Algunos expertos piensan que es posible que los bebés sufren de este problema debido a que su aparato digestivo y habilidades de alimentación todavía no están del todo maduros.
Ahora te contamos otros factores que debes conocer acerca de los gases para ayudar a que tu bebé esté más a gusto.
Hacerlo eructar puede ser la mejor manera de aliviarlo.
Realidad. Es un tanto frecuente que los bebés traguen mucho aire cuando comen (sin importar que sean amamantados o tomen del biberón). Cuando tu bebé empieza a estar molesto, deja de alimentarlo y hazlo eructar. Es posible que esté así porque no se siente a gusto y tiene bolsas de gases que se podrían remediar fácilmente con un buen eructo.
No hay una manera correcta de hacer que un bebé eructe.
Mito. Hacerlo eructar es fácil una vez que te acostumbras a ello. Sin duda hay cosas que se deben y no se deben hacer al respecto. Por ejemplo, debes darle palmadas suaves, empezando en la parte inferior de la espalda y dirigiéndote hacia arriba. No le des palmadas fuertes. Si no puedes hacer que tu bebé eructe en una posición, aquí te damos más opciones.
· Colócalo contra tu pecho (de modo que mire hacia ti) con su cabeza sobre tu hombro; luego, dale palmadas y frótale la espalda.
· Siéntalo en tu regazo y sostén su pecho y cabeza con una mano, mientras le das palmaditas en la espalda con la otra. Asegúrate de sostenerlo por la barbilla, no por la garganta.
· Acuéstalo boca abajo sobre tu regazo. Sostén la cabeza de tu pequeño y asegúrate de que está más arriba que su tórax. Frótale la espalda o dale palmadas suaves en la espalda.
Una toalla tibia sobre el abdomen de tu bebé podría ser útil.
Realidad. A veces, esta sencilla técnica es de gran ayuda. ¡Asegúrate que la toalla no esté caliente!
El estado de ánimo de tu bebé podría ayudar a prevenir los gases.
Realidad. Si tu bebé está muy nervioso a la hora de comer, es más probable que trague aire al llorar o succionar rápido, lo que puede significar más burbujas. Trata de tranquilizarlo antes de que empieces a alimentarlo. Además, intenta limitar las interrupciones y distracciones mientras le das de comer.
Los gases en bebés podrían ser signo de sensibilidad a la leche.
Realidad. A veces, los gases en un bebé podrían indicar un problema subyacente, incluso podrían sugerir inmadurez de su tubo digestivo, lo que impide digerir de forma correcta algunos nutrientes, como la lactosa (azúcar de la leche) y en ocasiones la proteína de la leche; sobre todo en niños que toman fórmulas infantiles. En estos casos se recomienda acudir al pediatra para que evalúe la necesidad del uso de fórmulas con la proteína parcialmente digerida y reducida en lactosa de manera temporal.
En ocasiones, el cambio de biberón o de chupones alivian los gases.
Realidad. Existen biberones y chupones creados para bebés con gases. Son productos que reducen la cantidad de aire que inhalan durante la alimentación. Consulta al médico para que examine a tu bebé y aclare todas tus inquietudes.
Para aprender más.
Lee lo más reciente en investigaciones sobre los gases en bebés en “¿Qué saben los doctores sobre los bebés con gases”.