Existen nutrientes esenciales para la salud y bienestar de tu niño en crecimiento. Esto se debe tener en cuenta cuando se trata de DHA.
¿Qué es?
El DHA es la abreviatura de ácido docosahexaenoico, es uno de los dos ácidos grasos omega-3 de cadena larga que se producen en todo el cuerpo. Es una grasa estructural importante en el cerebro y la retina. Hay dos tipos de ácidos grasos poliinsaturados y se encuentran en las semillas, las nueces y algunos aceites.
¿Cómo ayuda?
Los bebés necesitan DHA principalmente para un sano desarrollo cerebral y ocular, especialmente durante sus primeros seis meses de vida. A los bebés prematuros a menudo se les administran suplementos de DHA, ya que gran parte de este ácido se obtiene durante el último trimestre del embarazo.
¿Dónde se encuentra?
El DHA se encuentra naturalmente en la leche materna, pero los niveles pueden variar dependiendo de la dieta de la madre, por lo que una forma sintetizada a menudo se añade a la fórmula infantil. Los peces más pequeños, que generalmente son bajos en la cadena alimenticia, son las fuentes más seguras debido a que contienen menos toxinas. Entre ellos se encuentran el bagre, camarón, salmón y el atún.
Debido a que es relativamente fácil de obtener ácidos grasos omega-3 de aceite de pescado, es posible conseguirlos a través de suplementos de DHA. Pregunta al pediatra si un suplemento sería adecuado para tu hijo y qué variedad sugerida es segura.
¿Cuánto se necesita?
Aún no se han establecido las recomendaciones oficiales para la ingesta diaria de DHA, pero las recomendaciones del grupo de expertos es una gama de 200 a 300 mg al día para las mujeres embarazadas y madres lactantes. El Consejo de Administración del Instituto de Medicina Alimentaria y Nutrición recomiendan un IA de 0,5 (cambio por 36) g al día de ácido alfa linolénico.
¿Qué otra cosa debemos saber?
El cuerpo produce solamente pequeñas cantidades de DHA por sí solo, por lo que las fuentes de alimentos o suplementos son necesarias. Las mujeres embarazadas, las que tienen la esperanza de concebir pronto y aquellas en período de lactancia deben evitar peces como el tiburón, el pez espada, la caballa y el blanquillo, ya que estos tienen niveles más altos de mercurio que otros tipos de pescados.
Hechos sorprendentes.
Al pescado también se le conoce como alimento para el cerebro, debido a que es la principal fuente de DHA que contribuye fuertemente al desarrollo saludable del cerebro.
Consulta a tu médico.